La protección de la vida marina aparece entre los temas que tendrán prioridad en ONU durante este año, pues se realizará la segunda Conferencia Mundial sobre los Océanos, en Lisboa.
10 febrero 2020 |
Diferentes entidades están inmersas ahora en la preparación del evento, a celebrarse en Lisboa, del 2 al 6 de junio, según compartió el titular en su cuenta oficial en Twitter.
'La vida submarina es esencial para la existencia en la tierra', afirmó en un evento preparatorio de la Conferencia, celebrado en el cuartel general de la ONU en Nueva York.
El océano produce la mitad del oxígeno que respiramos y proporciona alimentos a millones de personas en todo el mundo, a la vez que desempeña un 'papel fundamental en la reducción del cambio climático como importante sumidero de calor y carbono', subrayó.
Actualmente, detalló el presidente de la Asamblea General, la acuicultura es uno de los sectores alimentarios de más rápido crecimiento y hay 350 millones de empleos en todo el mundo vinculados al área pesquera.
Un ecosistema marino limpio posee un potencial incalculable para cumplir con la totalidad de la Agenda de Desarrollo Sostenible, sin embargó el uso insostenible y el abuso de los recursos oceánicos, junto con el cambio climático y la contaminación amenazan esa capacidad, lamentó Muhammad-Bande.
Por ello es tan importante alcanzar las metas relacionadas con el Objetivo 14 de la Agenda 2030 sobre vida submarina, dijo en el evento de preparación de la Cumbre.
En tanto, el enviado especial del secretario general de la ONU para los Océanos, Peter Thomson, esbozó los grandes problemas a los que se enfrentan los océanos.
Al respecto señaló que tanto la contaminación en los océanos ?ya sea por plásticos o por los vertidos industriales- y la sostenibilidad de las industrias pesqueras a causa de prácticas nocivas son 'perfectamente solucionables para el año 2030'.
Sin embargo, observó, son más difíciles de solucionar los problemas relacionados con la acidificación, la pérdida de oxígeno y el calentamiento de los océanos, todos ellos vinculados a las emisiones de gases de efecto invernadero.
A su juicio, estos tres últimos problemas requerirán un amplio plazo para su reparación y se estima que continuarán durante cientos de años 'incluso si mañana empezamos a hacer lo correcto'.