La depredación del hábitat natural y el acaparamiento indiscriminado a causa de su belleza mantienen hoy a la flor del Espíritu Santo, símbolo de Panamá, en la lista de especies en peligro de extinción.
14 octubre 2019 |
Precisó que esta especie, perteneciente a la familia de las orquídeas, fue declarada el 21 de octubre de 1980 como atributo nacional y entre las principales características sobresalen sus pétalos abiertos de color blanco a marfil intenso y el aroma natural.
Agregó que su presencia en un ambiente natural se reporta en los bosques húmedos con una altura de 900 a dos mil 100 metros sobre el nivel del mar, mientras la etapa de mayor esplendor ocurre durante los meses de agosto, septiembre y octubre.
En la central provincia de Herrera, específicamente en la comunidad de Las Minas, se aprecian diferentes producciones de orquídeas, destacándose por su belleza la flor del Espíritu Santo (Peristeria elata), cuya venta actualmente está prohibida, explicó el especialista.
Con el objetivo de conservar y mantener la producción de este atributo nacional y de otras plantas exóticas como la Ginger Blanca, desde hace 19 años moradores del área crearon la Asociación de Orquideología de Las Minas, integrada mayormente por amas de casa y amantes de las flores.
De acuerdo con Leily Vega, miembro del grupo, la conservación de las orquídeas en Las Minas es un trabajo que involucra a muchos, entre ellos al Estado, ya que gracias a una iniciativa del Ministerio de Ambiente nace esta agrupación.
El pasado 8 de octubre, diputados de la Asamblea Nacional aprobaron un proyecto de ley que eleva de feria a Festival Nacional de la Orquídea del Espíritu Santo, la celebración que cada año tiene lugar en ese distrito del centro del país.
El evento fue creado con el fin de preservar el hábitat de esa flor que nace de manera silvestre en las partes altas de esa zona y cuyo clima fresco propicia, de manera natural, la reproducción de la planta que no crece más de dos pies de alto.