Alza de vulnerabilidad económica debido al clima, prevé estudio
Latinoamérica, África subsahariana y el sur de Asia figuran entre las zonas de mayor vulnerabilidad económica a causa del cambio climático, lo que podría exacerbar las migraciones, juzgó hoy el Banco Mundial (BM).
20 marzo 2018 |
'Cada día el cambio climático se convierte en una amenaza económica, social y existencial más fuerte', señaló la vicedirectora el organismo multilateral, Kristalina Georgieva, al presentar el estudio.
Las variaciones extremas en los comportamientos del clima actúan como un 'motor de la migración', pues obligan a familias y comunidades enteras a desplazarse hacia lugares viables para la subsistencia.
Fenómenos globales como la devastación de la agricultura, la falta de agua dulce y el aumento del nivel del mar incrementan el número de 'migrantes climáticos', que podrían llegar a unos 143 millones en 2050, alertó el pronóstico.
En América Latina, precisó el documento, la cifra sería de 17 millones de personas, mientras en África subsahariana y el sur de Asia, los afectados podrían llegar a 86 y 40 millones, respectivamente, en apenas unos años, si no se adoptan medidas inmediatas para contrarrestar los problemas.
Las tres regiones consideradas en la investigación representan el 55 por ciento de la población de los países en vías de desarrollo, apuntó el análisis.
Distintas ciudades enfrentan crisis de agua sin precedentes, mientras regiones costeras experimentan tempestades altamente destructivas y zonas agrícolas ya no logran producir cultivos esenciales, expuso Georgieva.
Entre los casos más apremiantes aparecen Bangladesh y Etiopía, consideró el informe, que también sopesó las dificultades de México y Centroamérica, donde los migrantes climáticos podrían sumar de 1,4 a 2,1 millones en 2050.
La región de México y América Central 'puede enfrentar un aumento dramático de la migración por cuestiones climáticas a fines de siglo', debido a problemas como el deterioro de la disponibilidad de agua, recalcó el análisis.
Al decir del BM, las zonas receptoras de parte importante de ese movimiento migratorio serían el altiplano central de México y las tierras altas de Guatemala, pues los damnificados abandonarían las áreas bajas y más calurosas en los dos países.
El desafío, precisó el BM, será hallar mecanismos para impedir que la migración provocada por el cambio climático se convierta en una crisis humanitaria.
