En Estados Unidos, el Servicio de Pesca y Vida Salvaje (FWS, por sus siglas en inglés) incluyó a las abejas como especie en peligro de extinción. En ese país había cinco millones de colmenas en 1988. Pero sólo quedaba la mitad en 2015.
14 noviembre 2016 |
"En Colombia la problemática es gravísima. Se reportaron más de 3.000 colmenas acabadas en el departamento de Quindío por fumigaciones. En Santander del Sur sucede lo mismo con otros cientos, y en Cundinamarca hay más de 200 colmenas exterminadas" informó Francisco Silva, representante legal y fundador de Apisred, una empresa dedicada al desarrollo de la apicultura en Colombia.
Para el especialista, hay una conjugación de factores que explican el fenómeno.
Por un lado el monocultivo. Cuando cientos de hectáreas son destinadas a la siembra de un solo alimento, como sucede en Estados Unidos y Europa, solo hay comida para las abejas en determinadas épocas.
Otra de las causas, según Silva, son las partículas de los pesticidas que quedan flotando en el aire y van envenenando a las abejas.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), de las 100 especies de vegetales que proveen el 90% de los alimentos en 146 países, 71 son polinizadas por abejas. Alrededor del 80% de las especies de plantas y árboles son fecundadas por insectos, entre ellos las abejas. Su desaparición es una amenaza para la seguridad alimentaria.
"La muerte de estos insectos implica la pérdida de la biodiversidad, de las frutas, y de gran parte de los alimentos porque los únicos que no son polinizados son los granos. De no revertirse esta situación lo que sigue es la muerte de la humanidad. Nos vamos a quedar sin alimentos. Si en el mundo no se emprende una campaña para defender a los polinizadores, corremos nosotros peligro de desaparecer", sentenció Silva.