"El aroma, los sabores, el cuerpo y la acidez del café marcan su perfil, como pasa con el aceite y el vino, y queremos transmitir las características diferenciadoras de un buen café", explicó Delmy Regalado a los participantes en la cata, que por supuesto lo tomaron sin leche y sin azúcar
19 junio 2014 |
A punto de cumplir 15 años, la cooperativa Cocafelol cuenta con más de 300 productores de café del departamento de Ocotepeque (Honduras).
La Fundación ETEA, desde hace varios años, asesora a los socios para que puedan vender sus cafés en Europa, Estados Unidos y Japón. Para Pedro Caldentey, la vinculación con Cocafelol “es una de las experiencias de cooperación más satisfactorias que hemos tenido en la Fundación ETEA, hemos tenido la fortuna de colaborar y también de aprender con ellos”.
Ahora el reto es introducir el café hondureño en el mercado español, empezando por la Universidad Loyola Andalucía. Ludwig Aguilar productor y socio fundador de Cocafelol, considera que no será fácil “porque en España no se diferencia el café, da igual el bueno y uno malo, pero nosotros queremos que la gente comience a apreciar el buen café”.
Arábica lavado es la variedad que mayoritariamente se cultiva en El Güisayote, la reserva natural en la que se ubica Cocafelol y que también da nombre a la marca principal que comercializan.”Detrás de cada café hay una historia, cada grano de café supone un gran esfuerzo de los productores, por eso nuestros envases tienen marcado el nombre del productor”, afirma Delmy Regalado, responsable de Administración de la cooperativa y encargada de dirigir la cata.