Con el fin de aumentar la conciencia sobre la importancia de las abejas y fortalecer la colaboración para protegerlas, la sede de ONU en Nueva York acoge hoy un evento sobre el tema.
20 mayo 2019 |
El 20 de mayo coincide con el cumpleaños de Anton Jansa, quien en el siglo XVIII fue pionero en las técnicas modernas de apicultura en su Eslovenia natal y elogió a las abejas por su habilidad para trabajar duro.
Según advierten ingestigaciones recientes, las abejas y otros polinizadores, como las mariposas, los murciélagos y los colibríes, están cada vez más amenazados por la actividad humana.
Los polinizadores permiten que muchas plantas, incluyendo importantes cultivos alimenticios, se reproduzcan y crezcan, por lo cual contribuyen directamente con la seguridad alimentaria, indican los especialistas.
También son claves para conservar la biodiversidad, una piedra angular de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y actúan como especie de centinelas para los riesgos ambientales emergentes.
Pero el uso de pesticidad, los insectos invasores, las prácticas de monocultivo y otros cambios en el uso de la tierra pueden reducir los nutrientes disponibles y representar una amenaza para las colonias de abejas y otros polinizadores.
De acuerdo con estudios de la ONU y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, las abejas están expuestas a nuevas enfermedades y plagas, y tan solo un ligero desbalance en el número de la especie podría afectar a todo el ecosistema, advierten los investigadores.
Una sola abeja puede polinizar hasta siete mil flores al día y proveer miel como alimento y medicina sin necesitar muchos recursos, pero el número de esos insectos disminuye de forma alarmante.
Esto se debe, en buena medida, a las consecuencias del cambio climáticos, la contaminación, la agricultura intensiva y el uso generalizado de plaguicidas, alerta la ONU.
La organización multilateral intenta promover la toma de medidas concretas para proteger esa especie y llamar la atención de la comunidad internacional.