La biotecnología puede ayudar al desarrollo de una agricultura más productiva y sostenible, pero muchos campesinos en el mundo carecen de acceso a esos avances científicos, evidenció un simposio internacional promovido por la FAO.
18 febrero 2016 |
Existe "una amplia gama de herramientas y enfoques para erradicar el hambre, luchar contra todas las formas de malnutrición y lograr una agricultura sostenible", subrayó el director general de la institución, José Graziano da Silva.
El encuentro evalúo el potencial de las nuevas técnicas de "baja y de alta tecnología" en beneficio de los agricultores familiares, especialmente en los países en desarrollo.
Como resultado del encuentro, la FAO se comprometió a promover un diálogo internacional entre los distintos actores teniendo en cuenta las discrepancias en torno a las patentes y el acceso a las nuevas innovaciones.
A la luz de la situación actual, resulta necesario fomentar cultura, generar confianza y lograr un cierto nivel de consenso, expresó Da Silva.
"Ahora la FAO tiene que dar un paso hacia adelante; se trata de trasladar el debate a una perspectiva regional. Queremos escuchar a campesinos de todas las regiones hablando sobre sus necesidades e inquietudes", recalcó el funcionario de Naciones Unidas.
En opinión de Da Silva, para responder a los urgentes y diversos desafíos del siglo XXI es necesario combinar distintas alternativas, pues "no hay una única herramienta, tecnología o enfoque que ofrezca una solución completa", enfatizó.
Las preocupaciones relativas a los derechos de propiedad intelectual y las patentes es una inquietud legítima por parte de los pequeños productores y una cuestión clave para la FAO, manifestó.
Participantes en el foro también opinaron que no todas las partes interesadas recibieron similar oportunidad para intervenir, y la balanza se inclinó a favor del sector privado, objeto de críticas por sus prácticas monopólicas.
"Les aseguro que la FAO no apoya a las corporaciones transnacionales. La FAO es un foro neutral y cumplimos con nuestro mandato de erradicar el hambre y la malnutrición", respondió Da Silva.
Cerca de 500 científicos y representantes de distintos sectores participaron en el intercambio, que destacó la necesidad de potenciar las capacidades y las infraestructuras para el uso de las biotecnologías agrícolas en los países en desarrollo.