Un equipo de científicos panameños ha descubierto una nueva especie de anfibio endémico en la cordillera de Talamanca, al oeste de Panamá, dentro del Parque Internacional la Amistad (PILA).
24 mayo 2022 |
El epíteto específico de esta nueva especie de salamandra honra a Cathy Ledec, conservacionista apasionada y comprometida con las organizaciones conservacionistas que trabajan para preservar el hábitat de las salamandras en el Neotrópico. El nombre común de la especie es Salamandra de fuego chiricana o Chiriquí fire salamander en inglés, haciendo referencia al color rojizo que tiene.
Los investigadores destacan que, la nueva especie se distingue por su coloración dorsal y ventral, las membranas en los dedos de las manos y pies, y un recuento de dientes maxilares comparativamente alto en relación con su tamaño corporal.
La especie fue observada por primera vez en 2017 durante las giras de campo del proyecto “Sistemas de Producción Sostenible y Conservación de la Biodiversidad, del Sistema Nacional de Información y Monitoreo de la Diversidad Biológica (SNIMDB)”, ejecutado por la Dirección de Áreas Protegidas y Vida Silvestre del Ministerio de Ambiente de Panamá.
La localidad del origen de la especie se encuentra cerca de la división continental entre las provincias de Chiriquí y Bocas del Toro dentro del PILA a 1,969 metros sobre el nivel del mar.
Como esta nueva especie está restringida a una pequeña área de un hábitat de gran altitud en la Cordillera de Talamanca, los investigadores sugieren que se clasifique como una especie “En peligro crítico”, de acuerdo con las categorías y criterios de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). La presión humana alrededor del área probablemente conducirá a una mayor disminución de las poblaciones a través del deterioro del hábitat y la reducción del área de ocupación, apuntan los científicos.
A nivel global, el 40% de los anfibios se encuentra en riesgo de extinción, mientras que, en Panamá, la última actualización de 2010 indicó que tenemos el 33 % de anfibios en alguna categoría de amenaza.
“Todavía se necesita trabajo taxonómico en las tierras altas entre Costa Rica y Panamá ya que aún tenemos vastas áreas remotas aún sin explorar, principalmente a lo largo de la Serranía de Talamanca. Los bosques nubosos son vulnerables al cambio climático debido al bajo rango de movilidad de las especies endémicas de las tierras altas. En consecuencia, las especies o poblaciones restringidas a dichos hábitats son enormemente susceptibles a ligeros cambios en el medio ambiente y, por lo tanto, enfrentan un riesgo elevado de extinción”, comenta el Dr. Batista.
Se requiere un plan de conservación urgente para proteger el bosque nuboso circundante y todo el PILA, para preservar su grupo único de especies endémicas, añade.
Este trabajo de expediciones e investigaciones fue posible gracias al apoyo del Ministerio de Ambiente, asociación Adopta Bosque Panamá, The Rain Forest Trust, Universidad Autónoma de Chiriquí, Fundación Los Naturalistas, departamento de Zoología, Instituto de Biociencias, Universidad de São Paulo, Brasil; y el SNI de la Senacyt.