Al amparo de una ley ambiental, estructurada en el Órgano Legislativo con autoridades y ambientalistas, garantizan la supervivencia de los arrecifes coralinos imprescindibles en los Objetivos de Desarrollo Sostenible del 2030. El riesgo de extinción pondría en peligro a miles de millones de especies y como consecuencia un rubro de alimentación para los humanos.
11 abril 2022 |
Se prohíbe lanzar objetos contaminantes o líquidos peligrosos, en cursos de aguas naturales o artificiales, quebradas, arrecifes o comunidades coralinas, pastos marinos o manglares.
Otro de los compromisos estipulados hace referencia a la verificación de las embarcaciones que navegan en aguas jurisdiccionales del país para que cumplan con las disposiciones de la Convención MARPOL, de que no contaminen los ecosistemas y especies protegidas.
Además, se prohíbe la captura de peces de arrecifes del medio natural como los peces loro, ángel, damiselas, mariposas, cirujanos, y su comercialización. Se permite la comercialización de especies criadas nacionalmente en granjas de acuicultura registradas por la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá.
A fin de garantizar el cumplimiento del objeto de la legislación, se crea el Comité de Arrecifes, conformado por 6 representantes de instituciones del Estado, un experto Guna, autorizado por la instancia máxima de la Comarca Guna Yala, (Congreso General Guna), así como de universidades y ONGs.
Cuando comience a regir la ley, Miambiente tendrá 6 meses para coordinar, diseñar e implementar el monitoreo de los ecosistemas de arrecifes coralinos, y 36 meses para hacer el inventario completo geo-referenciado y línea de base actualizada.
En resumen, el nuevo régimen legal concreta la política del país en materia de proteger, conservar, restaurar, prevenir la contaminación y rehabilitar los ecosistemas de arrecifes de coral.