Sin invertir más en la protección de la biodiversidad será imposible un desarrollo sostenible y erradicar el hambre, afirmó el presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Gilbert F. Houngbo.
10 septiembre 2021 |
Para apoyar esas urgencias, el FIDA anunció su compromiso de concentrar el 30 por ciento de su financiación climática a soluciones basadas en la naturaleza y en la agricultura rural a pequeña escala para 2030, las cuales promueven la conservación, gestión y restauración de los ecosistemas.
El fin es el amparo de la biodiversidad para contribuir a abordar los desafíos del cambio climático, la seguridad alimentaria, del agua y la salud humana, aseguró Houngbo.
'Las comunidades rurales y los pequeños agricultores tienen un papel fundamental que desempeñar. Dependen de la biodiversidad, pero también son importantes custodios de la misma, ya que cultivan una gama más amplia de especies y variedades que las granjas a gran escala', significó.
Las inversiones del FIDA a favor de la naturaleza tienen por objeto promover una biosfera saludable, aumentar la productividad y mejorar la seguridad alimentaria, la nutrición y la resiliencia al cambio climático.
De acuerdo con esa agencia de Naciones Unidas, ocho de cada 10 de las personas más pobres del mundo viven en zonas rurales y la mayoría depende de la agricultura para su sustento, y son las mismas que tienen más probabilidades de pasar hambre.
En 2020, hubo un aumento dramático de ese flagelo con 811 millones de hambrientos a nivel global.