El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) informó sobre la realización del primer desembolso para brindar asistencia técnica que ayude a preservar y reconstruir los manglares y humedales de Panamá.
09 febrero 2021 |
La representación de la institución en el país explicó en un comunicado que el proyecto permitirá la cuantificación del carbono almacenado por este capital natural, denominado "carbono azul", y la biodiversidad y los medios de vida que apoya.
Puntualizó que con la integración de estos recursos costeros, fundamentalmente en el Atlántico y en el Pacífico panameño, se busca lograr que la contribución de las emisiones de gases de efecto invernadero del país cumpla con el Acuerdo de París, creando conciencia sobre el valor del carbono y los servicios de los ecosistemas.
"La protección de los manglares de Panamá, que sirven como primera línea de defensa contra las inundaciones costeras y la erosión, y como hogar y criadero de una gran variedad de especies de peces y moluscos, es un elemento clave para proteger la biodiversidad y los medios de vida del país", comentó sobre la iniciativa Verónica Zavala, gerente general del departamento País BID de Centroamérica, Haití, México, Panamá y República Dominicana.
El proyecto de acuerdo con la información será desarrollado junto al ministerio de Ambiente de Panamá, con el apoyo de la Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá (Arap), del Municipio de Panamá y de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt).
La Sociedad Nacional Audubon está trabajando con su socio local, Sociedad Audubon de Panamá, para implementar las actividades del proyecto, en pos de restaurar, proteger y mejorar la gestión de más de 68.659 hectáreas de manglares, cuyo impacto se espera se percibe en las cuencas hidrográficas, para lo cual es importante, además, la educación de estudiantes y maestros.
El proyecto cuenta con el apoyo de una donación de 2,3 millones de dólares, proporcionada por el Fondo de Carbono Azul del Reino Unido, que se estableció en el BID en 2019, y fue financiado por el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido (DEFRA, por sus siglas en inglés).
La iniciativa es además parte de una serie de proyectos de carbono azul en América Latina y el Caribe que el BID implementa en el marco de su Fondo de Carbono Azul del Reino Unido a través del Laboratorio de Capital Natural y la Plataforma de Islas Sostenibles.
El Fondo fue diseñado según el BID para promover el manejo sostenible de los manglares, acelerar la Economía Azul y el desarrollo sostenible en países con importantes ecosistemas de manglares en el Caribe y América Latina.