Reducir el ritmo del calentamiento global a la mitad, hasta 2050, demanda la adopción de una estrategia que minimice simultáneamente las emisiones tanto de dióxido de carbono (CO2) como de otros contaminantes.
23 junio 2022 |
Las conclusiones de la investigación determinaron que los contaminantes como el metano, los refrigerantes de hidrofluorocarbono, el hollín negro, el smog de ozono a nivel del suelo, así como el óxido nitroso, en conjunto, contribuyen actualmente al cambio climático casi tanto como el CO2.
Centrarse exclusivamente en la reducción de las emisiones de combustibles fósiles podría dar lugar a un calentamiento débil y a corto plazo y favorecería que las temperaturas superasen el nivel de 1,5°C en 2035 y el de 2°C en 2050, alertaron.
En cambio, la adopción de una estrategia dual capaz de limitar al mismo tiempo los contaminantes distintos del dióxido de carbono, especialmente los de vida corta, permitiría al mundo mantenerse muy por debajo del límite de los 2 °C, y mejoraría las posibilidades de permanecer en niveles inferiores a los 1,5 °C, adujeron.
Recomendaron los expertos la implementación de políticas climáticas contra la emisión de todos los contaminantes emanados por las fuentes de combustible fósil, como las centrales eléctricas de carbón y los motores diésel, en lugar de considerar sólo el dióxido de carbono o el metano por separado, como suele ser habitual.