Declaran en Panamá el arroz cultivo de seguridad alimentaria

El texto ordenó establecer 'políticas que garanticen la producción, disponibilidad y acceso a un producto de calidad al consumidor' y decretó 'como acción inmediata', una estrategia del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) para 'garantizar la seguridad alimentaria mediante la producción nacional'.

Al mismo tiempo, estableció que el gobierno ordene las importaciones que afecten o impacten sobre el productor local y garantice 'mercados estables y precios equitativos', además de respaldar la compra del arroz nacional excedente, el cual el estado venderá a bajos precios en sus habituales ferias populares.

Protestas frecuentes de los cosecheros responsabilizaron a las importaciones por pérdidas sufridas por la falta de mercado, lo que está avalado por el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, con la complicidad del Instituto de Mercadeo Agropecuario del MIDA, denunciaron en múltiples ocasiones.

Otros apoyos legales importantes a los arroceros es la reducción del 40 por ciento en los costos de combustibles y lubricantes usados en el cultivo, a lo que se agregará asistencia técnica y crediticia que incentive al productor a mantenerse en la actividad, con el consecuente aumento de productividad y comercialización.

Otra de las normas sancionadas fue creación del Fondo de Desarrollo Ganadero, cuyos recursos provendrán del pago de dos dólares por cada bovino sacrificado en los mataderos privados o municipales del territorio nacional.

El mandatario también sancionó las modificaciones a la ley 24 de 2001, sobre el crédito a los productores afectados por las condiciones climatológicas adversas, entre junio de 2001 y diciembre de 2014, los cuales serán exonerados del pago de intereses de su deuda.

También Varela firmó la creación de una zona agrícola especial en la central provincia de Coclé, para potenciar la actividad agropecuaria e impulsar el desarrollo y mejoramiento económico, social y político de la región.

Los cuerpos legales recientes favorecen al agro y, de aplicarse su espíritu, revertirían su deterioro y protegerían a productores nacionales frente a los importadores, una de las causas principales de sus afectaciones económicas, según los gremios agrarios.