Científicos hallaron una nueva estructura molecular en el tallo del maíz que puede ayudar a optimizar la manera en que este cultivo se convierte en etanol, destaca un estudio.
24 enero 2019 |
También hallaron que, contrario a como se pensaba, las moléculas de celulosa, lignina y xilano tienen dominios separados que realizan funciones diferentes.
'Me sorprendió. Nuestros hallazgos en realidad van en contra del libro de texto', afirmó el profesor Tuo Wang.
La lignina con sus propiedades impermeables es un componente estructural clave en las plantas, representa un desafío para la producción de etanol porque evita que el azúcar se convierta en etanol dentro de una planta.
Según los miembros del Departamento de Química de la Universidad Estatal de Luisiana, un tercio de la producción de maíz en Estados Unidos se utiliza para la producción de etanol.
'Si finalmente podemos mejorar la eficiencia de producción de etanol en uno o dos por ciento, podría proporcionar un beneficio significativo a la sociedad', aseguró Wang.
Además del maíz, los expertos analizaron el arroz, la hierba de césped -también utilizada para la producción de biocombustibles, y la especie Arabidopsis -una planta floreciente relacionada con el repollo- y descubrieron que la estructura molecular entre las cuatro es similar.
El hallazgo se produjo mediante el uso de un instrumento de espectroscopia de resonancia magnética nuclear de estado sólido.
Como continuidad a este estudio, los científicos analizan ahora la madera de eucalipto, álamo y abeto, lo que podría ayudar a mejorar la producción de papel y las industrias de desarrollo de materiales.