Una impresora 3D construye casas en zonas de escasos recursos con barro y fibras vegetales

Hacer casas de barro no es nada nuevo. De hecho, los seres humanos han construido con barro y materiales fibrosos por casi 9.000 años. Sin embargo, esta nueva técnica ofrece ventajas que suben el nivel. La extracción del barro con esta técnica aumenta significativamente el tamaño del área de superficie, lo que hace que el área se vuelva habitable mucho más rápido de lo que se podría hacer al tener que esperar que los gruesos ladrillos se sequen antes de que la construcción pueda comenzar. Además, las formas triangulares entre las paredes la hacen más fuerte y capaz de soportar más peso que el que se lograría con alguna otra técnica común y al mismo tiempo, se utiliza menos material. Utilizando esta técnica se pueden construir casas de una altura de 3 metros, lo que en sí ya genera un hogar espacioso.

WASP presentó una versión a escala del proyecto a principios de octubre en la Feria de Fabricantes de Roma, un masivo evento donde se exhiben proyectos tecnológicos innovadores de todas partes del mundo. Debido a restricciones de espacio y tiempo, no se pudo construir la casa en el lugar, pero sus creadores sí tuvieron la posibilidad de mostrar el concepto y exhibir un modelo del tamaño de la palma de una mano.

La impresora en sí es bastante minimalista en su diseño. El cabezal de la extrusora se encuentra apoyada por una estructura tipo trípode y se le proporciona una mezcla de barro con fibra natural, como por ejemplo lana. Este método también hace que las casas tomen formas atractivas e interesantes desde un punto de vista arquitectónico. Sus dueños pueden lucir libremente sus talentos creativos.

El proyecto WASP, que significa World’s Advanced Saving Project (Proyecto de Ahorro Avanzado del mundo si lo traducimos al español), está comprometido en entregar viviendas independientes a personas de escasos recursos de todas partes del mundo y, al mismo tiempo, mezclar arte con ciencia. Aun cuando puede ser extraño ver que una compañía invierta tanto dinero en tecnología con la cual no podrán lucrar, este altruista esfuerzo está siendo financiado a través de las ventas comerciales de la impresora 3D. La impresora puede funcionar con una gran variedad de materiales, desde plástico tradicional hasta cerámica, la que puede ser glaseada y calentada en un horno.

La compañía afirma haberse inspirado en las avispas alfareras que construyen sus nidos con greda y les dan forma, para la generación del proyecto. Las avispas mezclan barro y pelo para crear sólidos nidos que protegen a los más jóvenes.

El Proyecto WASP tiene planes tentativos para construir la primera casa con la impresora 3D en algún momento del próximo año. Aun cuando no se han dado a conocer planes oficiales de la ubicación en la que se llevará a cabo la construcción, los encargados del proyecto están considerando Cerdeña, una isla ubicada afuera de la costa de Italia en el Mar Mediterráneo. Aun cuando este lugar no sea el lugar con mayores necesidades del mundo, se encuentra ubicado cerca de donde está la compañía. Esto ayudará a mejorar todas las posibles debilidades que el proyecto pueda presentar antes de llevar el proyecto a lugares más remotos.